La WLTP favorece al coche eléctrico

Lejos de perjudicar a la electrificación de la industria, la llegada del nuevo ciclo de homologación WLTP podría convertirse en la gran palanca que necesita el coche eléctrico.Con la llegada del nuevo protocolo de homologación WLTP (Worldwide harmonised Light vehicle Test Procedure), las mediciones tanto del CO2 que emiten los vehículos con motores de combustión como las de la autonomía que ofrecen los coches eléctricos serán mucho más realistas que con el antiguo ciclo NEDC. Lejos de perjudicar a la electrificación de la industria, este cambio radical en la forma de medir los consumos y emisiones de los automóviles podría convertirse en la gran palanca que necesita el coche eléctrico para terminar de estallar en el mercado.

En primer lugar, el hecho de que ahora las emisiones se midan de forma más realista endurece todavía más las normativas medioambientales que la Unión Europea ha impuesto a los fabricantes de automóviles. Si los límites de emisiones a partir del año 2021 podrían acarrear severas multas a un gran número de constructores, ahora, con la llegada del nuevo ciclo WLTP, la barrera es todavía más alta si cabe.

Por otro lado, en muchos países –como es el caso de España– los impuestos que paga un automóvil nuevo en el momento de matricularse están ligados al volumen de emisiones que generan. Esta circunstancia, aunque en primera instancia perjudica al consumidor que esté interesado en un automóvil de combustión, beneficia en gran medida a los vehículos de cero emisiones, recortando la distancia existente entre el precio de un coche eléctrico y el de uno diésel o gasolina. Según Faconauto, la entrada del WLTP podría frenar las ventas un 10% a partir de septiembre. Si en la actualidad el 80% de vehículos no pagan impuesto de matriculación, a partir de septiembre solamente se librarán el 30%, y una gran parte de ellos serán híbridos, híbridos enchufables y eléctricos. Esto provocará que los coches con motores de combustión se encarezcan entre 1.200 y 2.000 euros.

En el polo opuesto, aunque parezca una falacia, los coches diésel típicamente emiten menos cantidad de partículas de CO2 que los motores de gasolina. En cambio, la tendencia en el mercado está girando en favor de los segundos, con lo que la media total de emisiones que registran los fabricantes de automóviles se está incrementando. Otro agravante es la "tendencia SUV", un estilo de carrocería que parece imparable en ventas pero que está aumentando los consumos medios y, por ende, las emisiones. Esto es debido que los vehículso tipo SUV tienen un mayor volumen, suelen pesar mas y sufren de una aerodinámica deficiente que perjudica a su rendimiento.

JATO estima que las emisiones de CO2 se incrementarán unos 10 g/km si comparamos el antiguo ciclo NEDC con los valores correlacionados bajo el ciclo WLTP.

Como resultado de la implantación del WLTP, todos y cada uno de los segmentos de automóviles han sufrido un aumento en las emisiones medias de CO2 registradas. Según la correlación NEDC vs WLTP publicada por JATO Dynamics, en el caso de los coches urbanos de segmento A el aumento comparativo es de 6,6 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. En cambio, a medida que subimos segmentos, podemos observar que la ganancia en contaminación se incrementa, llegando hasta los 18,3 g/km del lujoso segmento E. Los SUV medianos y grandes también salen mal parados, con incrementos en las emisiones de 16,7 y 14,0 g/km respectivamente. Por su parte, los SUV de lujo también empeoran su registro considerablemente, con 16,4 gramos de CO2 adicionales por kilómetro recorrido. De media, entre todos los segmentos, las emisiones de CO2 homologadas se incrementarán en 9,6 g/km con la llegada del WLTP.

En definitiva, el aterrizaje de la homologación WLTP en Europa está generando importantes dificultades a los fabricantes, que han llegado a retirar temporalmente de los concesionarios hasta 66 modelos en los últimos meses mientras hacen esfuerzos por instalar filtros de partículas que suavicen las diferencias en las mediciones de un ciclo de conducción a otro. Pero no todo se puede solucionar aplicando filtros y reductores catalíticos, sino que más pronto que tarde será crucial la electrificación integral de los catálogos de las marcas y la adopción del vehículo eléctrico de forma generalizada para poder cumplir con los objetivos de emisiones.