Que el 10% de los vehículos que se matriculen en la región en el año 2030 sean eléctricos. Es el ambicioso objetivo que planteó la Junta de Extremadura en su estrategia de impulsar este tipo de automóviles. Si se cumple, en ese límite temporal se llegaría a más de 2.000 vehículos eléctricos vendidos al año, tomando como referencia las cifras de 2018 cuando se matricularon 21.113. Por tanto, el incremento en la próxima década debe ser sustancial, ya que al cierre del año pasado solo el 1,14% de las matriculaciones en la región correspondieron a vehículos eléctricos. Un total de 242.
Además, en estas cifras influyó de manera decisiva la Diputación de Badajoz, que compró más de un centenar de coches dotados con esta tecnología para los diferentes municipios de la provincia. Si se deja fuera de la ecuación esta aportación pública, el porcentaje de matriculaciones de vehículos eléctricos se queda en un 0,62%.
Una de las actuaciones destinadas a estimular el mercado de este tipo de automóviles es la convocatoria de subvenciones que la Junta de Extremadura publicará en la primera quincena de julio, según confirman desde la Consejería de Economía e Infraestructuras. La previsión de la Dirección General de Energía es dotar a las ayudas, destinadas al fomento de la movilidad eléctrica, de un presupuesto de 2,8 millones de euros, más un millón adicional correspondiente al Plan Moves del Ministerio de Transición Ecológica, que se gestiona desde la administración regional.
Las actuaciones subvencionables son la adquisición de vehículos, la instalación de estaciones de recarga, tanto en espacios públicos como en aparcamientos colectivos, y la elaboración de planes de movilidad urbana. Por tanto, los potenciales beneficiarios van desde cualquier persona a título individual a los municipios y entidades locales menores, así como mancomunidades integrales; pero también comunidades de propietarios con garajes compartidos, las asociaciones sin ánimo de lucro, las empresas privadas y las comunidades de bienes.
En la compra de vehículos, las personas físicas pueden recibir un máximo de un 20% de subvención sin superar los 5.500 euros para un turismo o los 5.000 en el caso de una furgoneta.
Este porcentaje crece hasta el 75% si el beneficiario es una pequeña empresa, el 65% si es mediana y el 55% en caso de ser grande. Pero se queda en el 30% para las asociaciones sin ánimo de lucro.
Previsiones
Pese a que pueden parecer elevadas, las cifras previstas por la estrategia regional están por debajo de los compromisos suscritos por 24 países, entre ellos España, en la declaración de París sobre la electro-movilidad y el cambio climático y que se firmó en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en 2015. En este documento se fijó una cuota de un 20% de vehículos eléctricos en 2030.
Alcanzar, por tanto, el compromiso adquirido en París tiene pinta de estar muy lejano para Extremadura. Sin embargo, desde Car-Ex, el Clúster en Movilidad Eléctrica de Extremadura, son optimistas. «Lo normal es que en 2030 la práctica totalidad de los vehículos vendidos sean eléctricos», dice Rafael Cuenca, vicepresidente de esta entidad.
«La penetración de esta tecnología en España es del 0,5% y en Extremadura solo alcanza el 0,03%»TOMÁS SÁNCHEZ | PRESIDENTE DE CAR-EX
Más cerca de cumplir con la ratio acordada en la conferencia de Naciones Unidas están las aéreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, donde este tipo de vehículos está teniendo una implantación mucho mayor. «La penetración de esta tecnología en España es ahora mismo del 0,5% del parque total, mientras que en Extremadura se queda en el 0,03%», remarca Tomás Sánchez, presidente de Car-Ex.
De esta forma, si la región no llega a los mínimos que marca la declaración de París, España podrá compensar con la mayor presencia en otras regiones. Pero no es el futuro que imaginan en el clúster extremeño. Se muestran convencidos que nuestra comunidad puede alcanzar la tasa del 20% en su parque de turismos, que actualmente es de 589.861 unidades, según la Dirección General de Tráfico. «Es perfectamente viable que en la región haya 120.000 vehículos eléctricos en el año 2030», afirma Sánchez.
Se trata de un volumen muy superior al que planteó la Junta, que se quedó en unos 9.200. «Las cifras de la Junta son excesivamente conservadoras», añade Cuenca, que entiende que el aumento de coches eléctricos va a ser muy rápido en los próximos años ahora que las grandes empresas de automóviles han puesto en marcha sus líneas de producción. «Además, los precios empiezan a ser más competitivos».
Para lograr ese incremento, los dirigentes de Car-Ex consideran que se debe actuar en dos vías. Por un lado ven necesaria la instalación de más puntos de recarga y que éstos sean más rápidos que los actuales. También ven buenas perspectivas en el futuro. «El gran despliegue en la región se va a producir entre final de 2019 y 2020», comenta el vicepresidente de Car-Ex.
En ese desarrollo influirá la red de puntos de recarga que la Diputación de Badajoz está instalando en la provincia, que consta de 32 electrolineras, nueve de ellas de carga rápida. En Cáceres, por su parte, hay 31 espacios en los que enchufar el vehículo y actualmente se están ampliando con el proyecto Urbansol, que dotará de estas infraestructuras a otros seis municipios cacereños. «Igualmente, las grandes empresas eléctricas se están implicando y tendrán puntos en la región», en palabras del vicepresidente del clúster.
Por otro lado, Car-Ex pretende acelerar la implantación del vehículo eléctrico mediante la información a la ciudadanía y la organización de eventos que den a conocer las posibilidades y características de esta tecnología. Es en este ámbito en el que se encuadra el EIVE, el Encuentro Ibérico del Vehículo Eléctrico, que alcanzará este año su tercera edición.